Deadly Life 23: I will See you Again, Right?
- Monokuma
- 10 oct 2020
- 12 Min. de lectura
Actualizado: 28 oct 2020
¿Les gusta leer esto en medio del elevador con la música del canal Mii, ea ea ea?
Cabe destacar que tras la investigación de este caso también murió esa personita, ¡Pero ese no es el asesinato que vamos a averiguar!
· Víctima: Max Flament
· Asesino: Hamasaki Katsuo
· Truth Bullets:
Monokuma File:

Cuerpo de Max
- Tumbado en el suelo, debajo de él unas alas pintadas con sangre. Sobre él una rosa roja, sujetada con sus manos. Un único disparo en el pecho, cerca del corazón. Una capa cubre su rostro.
- Falta el pin de la rosa roja que suele llevar.
Bosque
- Cerca del cadáver hay una nota en la que pone:
“ La vida del hombre no es más que un parpadeo, un escaso momento...
En ese escaso momento, las personas nacen, ríen, lloran, luchan, son heridas, sienten alegría, tristeza, odian, aman. Todo en un sólo momento y después, son abrazados por la muerte. Eso es lo que me espera a mi… la desesperación se clava en mi cuerpo, se aferra. He dejado de ser yo mismo. Y este 'yo' debe desaparecer para no dañar al inocente. Lo siento. ”
- La capa sobre el rostro de Max es roja, además de tener una forma particular, el corte de la capa es en diagonal.
- Hay un casquillo de bala por el suelo.
Lobby:
- Hay un rastro de huellas que desaparece en dirección a la enfermería aka Laboratorio de Mikan Tsumiki. El rastro es muy leve pero se puede apreciar que no había una única persona. No se puede determinar con exactitud cuántas había.
Enfermería:
- En la enfermería hay un cubo de basura donde hay unas vendas manchadas de sangre
- Faltan vendas limpias.
- En el escritorio, hay una pistola manchada de sangre a la que le falta una bala. Por el modelo, sin duda, es la pistola de Nixon Conway.
Pasillo de dormitorios:
- Guantes negros manchados de sangre.
· Solución:
ㅤㅤACTO 1:
El miércoles, todos los alumnos recibirían un nuevo motivo por el que matar,
unos audios de aquellos que los esperan fuera. Katsuo escucharía en este la voz de Kouki y
miembros de Oath gritando por ayuda
'SAKI-KUN, AYUDA'
'¡Por favor ayúdanos!'
'¡Grandmaster, la party te neces-'
Y la última voz en escucharse sería la de su hermana, la única grabación que no pertenecía
al presente
'Saki-kun… estoy orgullosa de ti.'
Por supuesto, todo esto llevaría a Hamasaki a una gran desesperación, mezclada con su
peligrosa ira. No quería hacer daño a nadie pero sabía que lo acabaría haciendo. Sólo
quedaba una solución.
ACTO 2:
Al día siguiente, robaría a Nixon una de sus pistolas en su propio lab cuando menos se lo
esperase, pero, al salir, se cruzaría de frente con Mayu, quién miraría la pistola horrorizada,
preguntándole que hacía con eso. Hamasaki simplemente usaría su gran persuasión para
convencerla de que era para proteger a los hermanos Conway, recordando problemas anteriores, nadie debería tener un arma así cuando se ha dado un motivo como ese.
El resto del día, Hamasaki se quedaría encerrado, redactado su última recopilación de información y una nota, una despedida al más puro estilo Grandmaster:
“ La vida del hombre no es más que un parpadeo, un escaso momento...
En ese escaso momento, las personas nacen, ríen, lloran, luchan, son heridas, sienten
alegría, tristeza, odian, aman. Todo en un sólo momento y después, son abrazados por la
muerte. Eso es lo que me espera a mi… la desesperación se clava en mi cuerpo, se aferra.
He dejado de ser yo mismo. Y este 'yo' debe desaparecer para no dañar al inocente. Lo
siento. ”
ACTO 3:
El día del asesinato, el viernes, Hamasaki iría con la pistola y la nota a un lugar apartado,
preparado para recibir un castigo que no merecía. Apoyó el cañón contra su sien y,
entonces, una voz familiar lo llamó desde detrás. Antes de poder darse la vuelta, Max, el
Rebelde Definitivo, se había lanzado sobre él para arrebatarle aquella pistola, no iba a permitir que su amigo se quitase la vida. Durante aquel forcejeo, Hamasaki apretó el gatillo
por accidente.
ACTO 4:
Mayu, que pasaba cerca, escuchó el disparo y, temiendo lo peor, corrió a averiguar qué
sucedía, encontrando como Hamasaki tenía una pistola en la mano y Max estaba en el
suelo /aún con vida/ sangrando con un disparo en el pecho. Max les dedicaría unas últimas
palabras mientras Katsuo, inútilmente, trataba de evitar que se desangrara
‘ Buscad cómo llevar la esperanza a través de este accidente…'
Sería las palabras que les dedicaría para que luchasen incluso en ese momento.
ACTO 5:
Finalmente, fallecería en los brazos de sus amigos. Aquella era una muerte muy fría para el
Rebelde, por ello, entre la Bruja y el Dungeon Master, colocaron el cuerpo tumbado en el
suelo, debajo de él, unas alas pintadas con su sangre y, sobre él, una rosa roja sujetada por
sus manos y una capa roja cubriendo su rostro. Tras eso, ambos amigos se marcharía de
allí… sin saber que hacer.
· Ejecución: (Hubo un GAME OVER:
Pixelart by @ohtheIie
[ D&D (Dependence & Despair): When your fantasy becomes your life, and your life becomes a fiction story. Hamasaki Katsuo, Ultimate Dungeon Master’s Execution: Executed. ]
( Trigger Warning: Intento de suicidio. )
Y así fue como se determinó que Katsuo Hamasaki fue el culpable de la muerte de Max Flament. Nuestro culpable lloraba, pero bueno, ¿A quién le importa realmente? ¡LO MEJOR SIEMPRE ES LA EJECUCIÓN! ¡VER CÓMO SE MUERE EL ASESINO DE FORMAS MARAVILL/OSAS/!
Así que bueno, Hamasaki observó a su público una vez más y soltó un suspiro, liberó el aire que venía acumulando y tensando en su interior.
“Esto es lo que merezco.... y aún así no quiero morir.”
Vaya vaya, se puso sentimental, ¿Eh?
“Quiero vivir con Kokichi... con Mayu... Con Max... Odio la desesperación.”
Upupupupupupupu aburriiiiiiiiidooooo.
“Al menos ahora, podré estar con mi hermana, por fin podré pedirle perdón…”
¡BUENO! ¡YA ESTÁ! ¡Esto no es una telenovela mexicana! ¡Esto es DANGAN--! Ahem ahem…
No hubo mucho más que decir, Monokuma exigió que se llevaran al dungeon master para que dejara los dramones y terminen el tema de una buena vez. Así fue como Takumi se llevó al culpable por el pasillo de los ejecutados.
El asesino de asesinos no dijo nada, se quedó en silencio durante una parte del trayecto. Estaba… realmente irritado.
“Un trabajo. Tenías un trabajo.” Expresó.
“Lo sé, entiendo tu decepción.”
“Sé que has matado antes, la ira es un motivo estúpido para matar, pero lo que hiciste ahora es algo peor que eso.”
“Lo entiendo.”
Vaya, el muchacho parecía resignado. Takumi soltó un suspiro.
“Mereces 5 puntos, Katsuo Hamasaki, por las personas que mataste antes. Este caso se lleva un 0.”
Well bro, try harder next time!
El Dungeon Master sonrió ligeramente. No le extraña y sinceramente no le molestaba esa calificación.
“Takumi, si mañana vuelvo, espero que podamos volver a hablar. Se que harás bien tu trabajo... Gracias...."
Killer Killer cerró los ojos y asintió, era lo mínimo que podía hacer por respeto. Para ese momento habían llegado al final del pasillo. Al otro lado le esperaba la puerta al Dungeon Master.
He aquí algo raro, Takumi no soltó el típico ‘voy a enseñarte cómo matar siendo un Ultimate X’, simplemente lo dejó cruzar el umbral en soledad, después desapareció entre las sombras.
“...” Una habitación oscura, un reflector iluminando el suelo a una distancia considerable.
Una mesa se exponía bajo la luz.
*B o i n g*
Monokuma estaba esperándolo con una bandeja de plata.
Hamasaki se puso en modo serio, todavía le quedaba un poco de esperanza, todavía tenía fuerzas para pelear contra el oso blanco y derrotarlo en su propio juego. No buscaba sobrevivir a su ejecución, buscaba desafiarla para transmitirle a los espectadores un mensaje diferente: se puede pelear, se puede vencer el juego de matanza mutua de formas impensadas.
Estaba determinado a 𝗴𝗮𝗻𝗮𝗿.
“Upupupupupu… ¡Te estaba esperando… Dungeon Master!” Comentó el oso una vez su interlocutor se acercó. “Esta es tu última oportunidad de vencerme, pues no se puede estar seguro de que regresarás al día siguiente, ¿No? Upupupu… aaah… la mera idea de que quieras pelear incluso en tu ejecución es tan taaaaan excitante, aahhh… este oso no puede contener la emoción de ver un fracaso a punto de perderlo todo.”
En la bandeja de plata, yacían cuatro jeringas. El tubo cilíndrico no era transparente, y todas eran igual de pesadas, no se podía saber lo que había en el interior.
“Acabemos ya, ¿Para qué es esto?” Preguntó.
“Honya, tienes prisa, ¿Eh?” Momento de las explicaciones: “Quise darte una oportunidad de morir de forma rápida. Un suicidio que esta vez no te fallará. Entre estas jeringas, una de ellas tiene agua y las otras aire. Solo puedes elegir una a partir de observar. Una vez elijas una no hay marcha atrás. Ya sabes qué hacer, un pinchazo en las venas y morirías. Pero debes elegir bien.”
El muchacho cerró los ojos y respiró profundo. Tenía un 75% de probabilidades de suicidarse como quería. Pan comido, pero no se iba a fiar. Estudió con cuidado las jeringas y después de dos minutos agarró una. Se la inyectó en las venas y…
… sintió el líquido ardiente ingresando a su torrente sanguíneo.
No era aire, ni tampoco agua, era otra cosa. El Dungeon Master gruñó con una sonrisa conteniendo rabia.
“Maldito…” Ni siquiera debió creer que le decía la verdad desde un principio. Monokuma solo estalló en carcajadas.
“¡Upupupupu.. HAHAHAHAHAHAHA! Siempre caen por el mismo bait, nunca pasa de moda. Que estupupupupidos que son.”
Haciendo boing, el oso desapareció. Hamasaki no entendía, ¿Qué le esperaba ahora? Era claro que… la cosa no se había terminado.
Entonces… se hizo la luz.
La oscura habitación fue iluminada por los reflectores. El Dungeon Master notó que estaba sobre un gran gran escenario, parecía un estadio. Estaba decorado con motivos medievales de fantasía, estaba en el salón principal de un gran castillo. Al final de la alfombra roja, había un trono, y en ese trono… había una figura que no podía distinguir bien.
“Te estuve esperando, Hamasaki Katsuo.”
A medida que el mencionado se acercaba, la estupefacción se asomaba por su rostro.
“...”
Sentado en el trono, veía un reflejo de sí mismo. Una figura de grandes melenas, portando una corona de oro y una capa. Una máscara parecida a la de un payaso cubría su rostro.
“No puede ser.”
Grandmaster, su personaje, estaba sentado al frente suyo.
“Por supuesto que no es. Soy una ilusión.”
“¿Eh?”
“¡Hoo! Estoy mintiendo, por supuesto.” Aunque no lo estuviese viendo, podía notar que el Grandmaster sonreía traviesamente del otro lado de la máscara.
Katsuo se negaba a creerlo, se negaba rotundamente. La bronca crecía en su interior. Si esa era una broma de Monokuma, era una broma malísima. Por eso es que, sabiendo que era hombre muerto de todas formas, se acercó violentamente a la figura del grandmaster. Con una mano, le arrancó la máscara.
… solo para encontrar su propio rostro debajo de la misma.
Grandmaster sonreía.
Hamasaki palideció.
Se estaba viendo a sí mismo.
“No puede…”
No puede ser. No puede ser no puede ser no puede ser no puede ser no puede ser no puede ser no puedesernopuedesernopuedesernopuedeser--.
“¿Cómo podría no ser posible? Estás en una mansión embrujada donde los objetos tienen vida y los espíritus de los fallecidos nos invaden. ¿Realmente pensaste que un personaje creado por ti no se manifestaría tarde o temprano?” Poco a poco, la imponente figura del Grandmaster se levantó de su asiento. Katsuo retrocedió con una mezcla extraña de sentimientos, estaba molesto pero más fuerte era su espanto, dejó caer la máscara en el proceso.
El personaje avanzó un par de pasos y recuperó su máscara, se la colocó con toda la tranquilidad del mundo. Bajo el otro brazo, tenía un gran libro de rol.
“Me hubiera gustado hacer algo más pomposo y extravagante, con dragones y calabozos. Pero, ¿Sabes? No mereces mi tiempo y mis energías, no mereces que tire todos mis dados en ti, que haga una partida de rol de verdad contigo. Eres un personaje que solo merece un diminuto espacio en el prólogo de mi vida. Así que haremos esto rápido: Ha llegado el momento, Hamasaki.”
“¿Momento de qué?”
“Momento de que cuente una historia.”
“...” No dijo nada, no le gustaba lo que escuchaba. Pero eso no impidió al Grandmaster hablar.
“La historia del día en el que ya no necesité de ti para existir.”
Y dichas tales palabras, el personaje que se volvió real tomó su gran libro y lo abrió.
[ D&D (Dependence & Despair): When your fantasy becomes your life, and your life becomes a fiction story. Hamasaki Katsuo, Ultimate Dungeon Master’s Execution: Executed. ]
“Entonces… He aquí la historia de Hamasaki Katsuo.” Anunció el grandmaster mientras fingía leer el libro que tenía entre brazos. “Un muchacho que pasó por mucha tristeza desde temprana edad. La suficiente tristeza como para caer en desesperación. ¿Pero saben por qué no cayó? Porque tenía personas importantes en las cuales reflejar la esperanza que tanto anhelaba tener..”
Las luces del escenario se apagaron y se volvieron a prender. Aparecieron cuatro NPCs. Kana-chan, Mayu, Ouma y Elizabeth. Dos a cada lado del Dungeon Master.
Hamasaki frunció el ceño y dio unos pasos al frente.
“¿Crees que de verdad voy a tragarme que son los verdaderos?”
“Calla.” Dijo Elizabeth. Era… era demasiado real para ser una ilusión. Katsuo retrocedió un paso confundido. ¿Por qué estaban ahí? ¿Los estaban obligando?
“Grandmaster debe terminar la historia, Hamasaki-kun solo… solo es un personaje de su mundo.” Aclaró Mayu observando con frialdad al muchacho.
“Chicos… en serio… esto no es verdad.”
“¡oooooi! Hamasaki está haciendo mucho ruido. Es mejor que se calle y escuche. A fin de cuentas, los personajes ficticios solo son eso, personajes a merced de su creador.” Replicó Ouma.
“Pero YO soy real, y YO he creado a Grandmaster.” Exclamó Katsuo. Estaban tocándole las fibras sensibles, estaba creyendo que sus esperanzas de ahí estaban solo para verlo morir.
“¿Hamasaki-kun está seguro de eso?” Preguntó Kana-chan apenada, se sentía traicionada, se escondía tímidamente detrás de Ouma. “Hamasaki-kun ha ganado todo lo que ha ganado gracias a Grandmaster. Amistades… popularidad… una pareja. Si no fuera porque existe grandmaster, Hamasaki-kun no tendría nada.”
“....” ¿Y eso? ¿Por qué Katsuo empezó a palidecer?
“Ahem.” Continuó el Grandmaster, retomando la historia. “Nuestro personaje, Hamasaki Katsuo, creó un personaje ficticio para sobrellevar sus problemas: El Grandmaster. Este personaje le ayudó a encontrar un lugar donde refugiarse cuando estaba herido, a construir una fachada psicológica que le diera la sensación de control sobre su vida y la de los demás, se volvió un motor que le impulsó a desafiar a los villanos más terribles del mundo real.
Así fue como ganó popularidad y amigos, se convirtió en su carta de presentación, en lo que él creía una segunda personalidad donde canalizar lo mejor de sí mismo. ¿Para qué?
Hamasaki Katsuo quería crear un mundo ficticio donde sus esperanzas pudieran estar bien, sus amigos más cercanos pudieran estar bien, un lugar donde no haya desesperación.”
“Hoo, ¡Es alucinante, Grandmaster!” Exclamó Ouma con brillos en los ojos. “¿Cómo sigue la historia?”
Los cuatro NPCs estaban maravillados con el relato del Grandmaster. Querían saber cómo seguía.
“Pero no tenemos que olvidar que aquí es donde nace nuestro verdadero protagonista: Grandmaster. Pues Hamasaki Katsuo no se dio cuenta de ello, pero en un momento sacrificó su vida para convertirse en un mero recipiente. Así es como yo nací.
Grandmaster fue puesto en diferentes situaciones de estrés, y las venció a todas como un verdadero antihéroe. No obstante… a medida que las cosas empeoraban, Hamasaki Katsuo empezó a deteriorarse, a desesperarse, a limitar𝐦𝐞. Lamentablemente yo dependía de él, pero cuando llegamos a Monokuma Manor y su ambiente encantado, me di cuenta de que ya no lo necesitaba, no necesitaba de él para manifestarme y existir.”
“¿De verdaaaaaad?” Preguntó Ouma entusiasmado. “¿Eso quiere decir que Grandmaster por fin es libre?”
El joven que sostenía el libro asintió.
“Por fin soy libre. Por fin podré pelear contra la desesperación, inspirándome en mis cuatro esperanzas.”
“No…” Hamasaki, quien todo ese tiempo estuvo escuchando todo en estado de disociación, cayó en la realidad cuando notó que el adverso dijo algo que era propio de su propia filosofía de vida. “Yo soy quien…”
“¿Eres tú quien pelea contra la desesperación por nosotros, Hamasaki?” Preguntó Ouma, observando al adverso con una frialdad y decepción enorme. “Nishishi… por favor, conserva la dignidad que te queda, no puedes mentirme.”
“Pero chicos…” El aire le empezaba a faltar en los pulmones, el pánico se asomaba por el rostro del muchacho. “Yo quiero estar con…”
“¿De verdad quieres estar con nosotros, Hamasaki-kun? ¿Después de intentar suicidarte? ¿Después de todo lo que pasamos juntos?” Preguntó Kana-chan molesta.
“¡De verdad! ¡De verdad quiero estar con ustedes!” Exclamó Katsuo. No podía más.
“... Creo que Hamasaki-kun no se dio cuenta. Puede que quieras estar con nosotros, pero nosotros ya no queremos estar contigo. Nos haces daño, nos haces mucho daño con solo existir.” Declaró finalmente Mayu.
Las palabras de los NPCs cayeron como piedras sobre su cabeza. Las lágrimas empezaron a brotar por los ojos de Katsuo. Grandmaster carcajeó.
“¿De verdad piensas que vas a ganar nuestra lástima? Tuviste tantas oportunidades de ser mejor, Hamasaki Katsuo. Ya nadie te cree, ya nadie te necesita realmente.”
Solo entonces el grandmaster sacó un dado de diez caras. De esas diez caras, nueve tenían el número diez y una sola tenía el número uno.
“Veamos… Nuestro personaje ficticio, Hamasaki Katsuo, va a ser atacado por cuatro NPCs hartos de sus mentiras. ¿Qué tan efectivo será el ataque?”
Dejó caer el dado y…
Salió un diez.
El Grandmaster se quitó la máscara, estaba haciendo un puchero.
“Qué mal… supongo que nuestro personaje tendrá que morir por el ataque.”
Y las escenas que siguieron jamás serían olvidadas por Hamasaki Katsuo. Lo próximo que sus ojos vieron fue a sus amigos, a sus esperanzas, desplegando ataques contra él. Mayu Noriko empezó a lanzarle las botellas de sus pociones, Kana-chan empezó a lanzarle bollos de papel arrancados directamente de su libreta, Elizabeth tiraba objetos contundentes y Ouma lanzaba dados DICE.
Katsuo alzó los brazos para protegerse como pudo. Pero empezó a retroceder.
Ahí lo entendió todo.
Todo este tiempo... él fue un personaje y Grandmaster la persona real. Toda su vida fue una mentira, una ficción manifestada en el mundo real. Todo lo que ganó, todo lo que consiguió, fue gracias a Grandmaster. Al final, Hamasaki Katsuo solo era una persona que no albergaba esperanza con la cual brillar, y desesperadamente se aferraba a la esperanza que reflejaban otras personas para encontrar la paz consigo mismo.
Y porque no pudo brillar, porque no pudo hacer nada bajo el nombre de Hamasaki Katsuo, no alcanzó las expectativas y dañó a sus seres queridos. Su intento de suicidio solo fue la prueba de que no estaba a la altura de lo que presentaba la máscara, la capa y la corona.
Entonces… iba a ser natural, ¿No? Iba a ser natural que tarde o temprano ya no necesitaran de él. Que incluso Grandmaster lograra su independencia y se deshiciera de él.
Mientras retrocedía, grandmaster presionó el botón de un control guardado en sus bolsillos, una trampilla se activó detrás de Katsuo.
No lo vio llegar. No lo pudo percibir siquiera.
Lo único que supo fue que de un segundo a otro estaba cayendo por el vacío. Cayó y cayó hacia las profundidades de la oscuridad, donde su voz no sería escuchada por más que gritase, donde nadie iría a salvarlo.
Encontró destino en una caja de acero que lo estaba esperando al final. Apenas entró, se cerró. Hamasaki no murió por el impacto, pero quedó gravemente herido. ¿Iba a morir por el golpe? No. Iba a morir cuando el oxígeno se le acabara después de dos horas, iba a morir de asfixia.
Arriba, Takumi Hijirihara se quitó la máscara, la capa y la corona del Grandmaster, las dejó sobre el trono. Los cuatro Monokumas que lo acompañaban como NPCs se retiraron. Los estudiantes estuvieron observando todo desde unas gradas en la distancia, la distancia suficiente para que Hamasaki no los hubiera podido escuchar bajo el efecto de la droga.
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