Deadly Life 18: Can you Remember the Name of Despair?
- Monokuma
- 14 ago 2020
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 19 feb 2021
La verdad es que no entiendo. Y hasta podría decir que estoy decepcionado. ¿¡POR QUÉ EN EL TERCER CASO SÓLO TUVIMOS UN MUERTO?! ¡¿SE LES ESTÁ BAJANDO LA ADRENALINA!??!?!!?!? ESTO ES INACEPTABLE.
· Víctima: Nixon Conway
· Asesino: Kei Hanasaki
· Truth Bullets:
Monokuma File:

Entrada del laboratorio de Erik:
- Cuerpo de la víctima: Nixon fue encontrado sentado, recostado de la pared del laboratorio de Erik.
- Mancha de sangre: Detrás del cuerpo hay una enoooorme mancha de sangre.
- Pistolas: Tiene las dos pistolas en las manos. En la pistola de la mano derecha falta una bala.
- Casquillo de bala: Ubicado al lado izquierdo del cadáver.
- Vara de mental: Encontrada frente al cuerpo de Nixon, tiene manchas de pintura.
Cuerpo de Nixon:
- Tiene moretones en los brazos y en las piernas.
- Una nota en sus bolsillos

Pasillos:
- Chaqueta negra y gris: Está manchada de pintura en mitad del patio, camino al lab de Erik.
- Huellas: Borrosas huellas de zapatillas con sangre en dirección contraria al cuerpo, hacia las habitaciones.
- Gotas: Se encontró un rastro de gotas que van desde el lab del Nixon, a la escena del crimen hasta el pasillo de los dormitorios.
Laboratorio de Nixon:
- Puerta rota: Facilita el acceso al laboratorio.
- Desorden: Hay lienzos destrozados y pintura por todas partes.
- Cabello castaño: Encontrado en el piso del laboratorio.
- Notas: Son cinco, todas tiradas por el suelo del laboratorio.





- Fotografía: Es la fotografía de Nixon que le fue entregada durante el primer motivo, tirada por el suelo.

Laboratorio de Mikan:
- Faltan vendas.
· Solución:
Tras el motivo dado por Monokuma, Kei recordaría a un chico del curso de reserva que fue asesinado… Recordaría que el asesino fue Nixon Conway el cual, gracias a las fotos del primer caso, pudo ver que eran amigo. El Parkourista al recordar tal atrocidad caería en desesperación… necesitaba vengarse. El día anterior al asesinato, el martes, Kei le mandaría una nota a Nixon, por debajo de la puerta de su lab, en la que estaría escrito:
‘Disfruta tu último día, porque mañana morirás, recuerdas lo que le hiciste ¿no?’
Por supuesto, Nixon recordaba aquello, dolido por esa memoria, al igual que Kei, caería en desesperación y simplemente, asumiría su culpa, se iba a dejar asesinar. Esa misma noche escribiría 4 notas :
‘Mañana no estaré aquí, lo siento, he sido un amigo horrible y he hecho cosas horribles. Espero que puedas perdonarme algún día… Esta es mi forma de redimirme. - K’ Iba dirigida para Kei Hanasaki.
‘Lo siento, creo que no podremos quedar para llevarte pizza y hablar, incluso si teníamos mucho que contarnos. Gracias por ser haber sido mi amigo - E’ Iba para Erik Angelo.
‘Perdón por no haber estado estos días contigo ¡Tus galletas estaban deliciosas! Por favor, cuida de él cuando yo ya no esté. - M’ Iba para Mitsu Harada.
‘Es mejor así. Por favor sigue adelante, por mí. - A’ Iba para Axton Conway
Pero jamás enviaría esas notas, por cobarde, estas quedarían sobre la mesa del lab del Concept Artist. Al día siguiente, el miércoles, tras pasar todo el día encerrado, Nixon comenzaría a arrepentirse, no quería morir, ¿Por qué debía hacerlo? Por ello fue que, sabiendo lo que podría ocurrir, comenzó a escribir una quinta nota:
‘NO quiero morir, aún no, pero no creo poder hacer nada, por favor ayudadme aunque sea después, debéis acusar a H-”
Pero en la nota habría un manchurrón de tinta, pues en ese momento, Hanasaki Kei entraría de golpe en el lab de Nixon con una vara de metal y comenzaría una pelea en este. El rotulador con el que estaba escribiendo caería encima de esa nota. Entre los dos, el lab acabaría destrozado, todas las notas esparcidas por el suelo y la chaqueta de Kei acabaría rasgada. Nixon sería golpeado con la vara en el brazo derecho, rompiendolo, pero él sería capaz de herir al parkourista de igual manera, con un golpe de su pistola dañaría su muñeca, además de lograr hacerle un corte con un cuter que tenía por el lab.
Nixon echaría a correr, iba a buscar ayuda al primer sitio que apareció por su mente: se dirigía al lab de Erik, pero detrás iba el asesino, que dejaba un pequeño rastro de sangre por el corte, además de dejar la chaqueta en el suelo. Al llegar al lab del corredor, intentaría pedir ayuda una vez más, pero no le daría tiempo pues Kei, tras soltar la vara en ese mismo lugar, estamparía a la víctima contra la pared de aquel lab, sacaría una de sus pistolas y le dispararía en la cabeza, en la sien izquierda, matándolo al instante. Al verse en tal situación, no tenía tiempo que perder, debía disimular el asesinato, pues el ruido de la pistola podría haberse escuchado. Con prisas colocaría la escena como si fuera un suicidio, sentando al Concept Artist con espalda apoyada en la pared, las dos pistolas en sus manos pero, aquella a la que le faltaba la bala utilizaba, estaba en su mano derecha. Kei huiría de allí corriendo, dejando huellas de sangre y un pequeño rastro en dirección a los dormitorios.
· Ejecución:
Pixelart by @ohtheIie
[ Dying Light: Parkour is better with despair. Hanasaki Kei, Ultimate Parkourist’s Execution: Executed ]
Hanasaki Kei fue encontrado culpable por la muerte de Nixon Conway. Las votaciones dieron positivo y el alumnado se salvó de otro dead end. Hijirihara Takumi salió de su caja para llevarse al prodigio en parkour.
Kei no dijo nada a los presentes, ¿Siquiera había algo que pudiera decirles?
Oh… si. Tan pronto pensó en ello, unas palabras finales se asomaron por su cabeza. Pero lamentablemente… no pudo expresarlas en ese momento. Antes de ser consciente de ello, ya estaba caminando por el pasillo de la muerte.
Las dirá, quizá, durante la ejecución. Así como Neru lo hizo antes de morir.
“No hay mucho que pueda decir contigo tampoco.” Comentó el azabache. “Al menos hiciste un mediano uso de tu talento para llevar a cabo el asesinato.”
“Y a mí que me cuentas.” Respondió el chico. Le parecía estúpido conversar esas cosas.
“Eres mediocre. Redujiste el asesinato a un mero impulso. Y lo peor fue que te arrepentiste luego de haber matado a Nixon. Eso es un insulto. Asesinos como tú merecen 10 puntos.”
Well bro, try harder next time!
Pero claro, a Kei le importaba una puta mierda su calificación. Lo máximo que hizo fue soltar un insulto y sacarle la lengua antes de llegar al final del pasillo. Al otro lado de la puerta, yacía su ejecución. ¿Qué lo esperaría al otro lado?
“Voy a…”
“Si si, ya sé. Vas a enseñarme cómo es un verdadero asesinato cometido por un Ultimate Parkourist. Acabemos con esto.”
Fue el mismo Kei quien abrió la puerta.
Lo que vio… fue un pasillo vacío. Una línea horizontal adornaba el suelo un metro y medio más adelante.
¿Era… una línea de partida?
Hanasaki se acercó a la línea, fue entonces cuando un Monokuma haciendo boing. Le enseñó un cartel al muchacho.
‘¡Porque soy un oso maravillOSO, te ofrezco un reto! Si logras llegar al final de la pista, te perdonaré la vida. Si no… upupupu… ¡Bueno, perdiste!
¡Pero! No puedes tomarte todo el tiempo del mundo, ¡O te comerá el monstruo de la despensa! AHAHAHAHAHA. ¿Aceptas el reto, Hanasaki Kei?’
Ni siquiera le dio tiempo a reaccionar. Apenas el muchacho terminó de leer el cartel, apareció otro Monokuma volando mágicamente sobre una nubecita, sosteniendo una caña de pescar con un marcador.
4…
Kei volteó unos instantes. Notó que Hijirihara estaba a diez pasos detrás de él, con el cuchillo a mano y en posición para iniciar una carrera.
3…
Notó una cámara de seguridad grabandolo, estaban transmitiendo la ejecución a los estudiantes, quienes estaban ubicados en otro lado.
2…
No podía perder. No podía perder el desafío. A fin de cuentas, la vida consistía en arriesgarlo todo constantemente. Él jamás iba a rechazar un reto.
El muchacho se posicionó detrás de la línea roja.
1…
*C L I C K*
Un sonido metálico abrió las puertas a la orquesta de la desesperación. En 1.5 segundos, en los muros de todo el pasillo aparecieron sierras giratorias.
GO!
【 Dying Light: Parkour is better with despair. Hanasaki Kei, Ultimate Parkourist’s Execution: Executed 】
OST: https://youtu.be/tFmP4UTMZhw
Kei salió disparado por el pasillo de la muerte, Killer Killer salió detrás de él a su caza. Las sierras giratorias se desplazaban por los muros, el suelo y el piso. Los movimientos de Kei tenían que ser bastante calculados para esquivar el filo. Cuando saltaba, una sierra aparecía por arriba, y dos más se asomaban por el suelo cerca del punto de caída. La adrenalina se inyectó en su sistema circulatorio. Toda la situación era tan abrupta y violenta, que el muchacho había dejado atrás la cordura en cuanto empezó a correr. Estaba tan concentrado en esquivar el filo de las sierras, que todo lo demás pasó a un segundo plano.
Exacto, /todo/ pasó a un segundo plano. Tan así fue, que esquivando una sierra de la pared izquierda tras un salto, no divisó que en el suelo UNA BALDOSA DE PINCHOS AGUARDABA SU CAÍDA. El muchacho hizo un sacrificio enorme de sus energías para desafiar las leyes de la física, cayó al suelo apoyando las manos contra los pinchos, agujereando las mismas. La sangre comenzó a manchar el suelo, pero Kei no perdió tiempo. Aprovechó el impulso para saltar y evadir la baldosa. Pero más baldosas aparecieron en el transcurso del camino.
Hanasaki continuó corriendo.
Corrió y corrió, saltando los muros, las paredes, los obstáculos filosos, evitando la llegada de la sombra que lo perseguía. Evadió todos los obstáculos impecablemente, cada movimiento del parkourista estaba fríamente calculado. Parecía que iba a sobrevivir.
Pero poco a poco, se dio cuenta de una aterradora verdad.
Por cada pincho que esquivaba, por cada pincho que evadía, aparecían dos más. Por cada metro que avanzaba por el pasillo de su ejecución, las paredes se achicaban. El espacio se reducía y tenía un menor margen para esquivar los objetos punzantes.
La desesperación iba entrando en escena, la expresión del muchacho se tornaba azulada a medida que continuaba. Pero… metros más adelante, divisó la luz.
Una grieta, un pequeño agujero en el techo. Parecía ser una falla del escenario cuando lo construyeron. Una oportunidad, cielos, una oportunidad. Kei tenía que cruz-
El destello del metal llamó su atención, anunciaba la llegada de un cuchillo que se abalanzaba contra su persona. Un ataque directo de la sombra que lo perseguía y para ese punto lo había alcanzado. Kei sacrificó otra porción descomunal de energía para esquivar el ataque pero...
* Z A S *
El parkourista vio su propio brazo cayendo al suelo.
La sangre salía a borbotones, los gritos de dolor resonaron en el pasillo de la muerte. Kei perdió la compostura y solo se preocupó en una cosa: sobrevivir.
Apretando la herida con la mano que le quedaba, se lanzó contra los pinchos y las sierras, esquivando lo que pudo y ganando todos los tajos habidos y por haber. Pero la esperanza le sonrió, llegó al punto donde estaba la grieta. Monokuma apareció para impedirle el paso, pero el muchacho aprovechó la situación para tomar impulso y saltar sobre el oso. Se abrió paso por la grieta rompiendo el techo. Salió al exterior, estaba en el techo de la academia.
Abajo, los estudiantes le gritaban dándole ánimos para que salvara su pellejo. Takumi también salió, Kei tuvo que seguir corriendo.
El parkourista se desplazó valientemente por todo el techo de la academia, con el brazo que le quedaba se las ingeniaba para saltar de obstáculo en obstáculo. Pero iba perdiendo mucha, mucha sangre. Sus energías se estaban acabando cuando llegó al otro extremo del techo de la academia.
No tenía salida, no podía bajar, estaba pálido y no podía mantener el equilibrio. Al frente suyo, yacía metro y metros de academia hasta el suelo, un abismo para los que tenían vértigo. Atrás suyo, la sombra del verdugo se aproximaba para acabar con su vida.
Kei solo podía morir, lo sabía, ¿No?
Entonces sencillamente cerró los ojos y cedió el peso de su cuerpo.
La caída duró 10 segundos. El tiempo suficiente para que el parkourista pudiera mirar a sus compañeros, quienes se aproximaban corriendo en su dirección.
Ah… si. Al final, no pudo decirles sus últimas palabras.
No hubo tiempo, no hubo oportunidad.
‘...Lo siento. Sé que he sido un mal amigo. Si vuelvo, entenderé si no queréis verme más. Y si no... Lo siento, simplemente.’
Fue la frase que hizo eco en su cabeza y jamás alcanzó el exterior. Pues el cuerpo del parkourista se estrelló contra el suelo y dejó una gran mancha de sangre. Al final, todos los accidentes que pasó de niño para volverse habilidoso no le sirvieron cuando más lo necesitaba. No pudo sobrevivir.
. . .
Pero aún queda algo más por descubrir, tras la ejecución.
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