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Seguramente, los ojos más curiosos de la Monokuma Manor se habrán dado cuenta de cierto detalle que oculta la biblioteca. Detrás de uno de los enormes estantes que están empotrados en la pared, hay una puerta misteriosa; al cruzarla, lo que hay son unas escaleras que llevan hasta un segundo sótano.
Este segundo sótano no parece ser demasiado grande. Posee un total de cuatro puertas, dos al final del lobby, una en el este y otra en el oeste.
MINIBAR:
Accesible a través de la puerta del oeste. Cuenta con una barra con licores y sofás donde los residentes pueden relajarse sin descubiertos por ojos curiosos.
SALA DE JUEGOS:
Accesible por la puerta del norte a la izquierda. Está llena de viejos juguetes, algunos de ellos en estado total de abandono. Los juguetes que producen música suenan muy tétricos.
CALABOZO:
Accesible por la puerta del norte a la derecha. Quienes incumplen las normas llegan aquí. Cuenta con una celda enorme y esposas para atar a los prisioneros. En el fondo hay una rendilla.
SALA DE RITUALES:
Accesible desde la puerta del oeste. Tétrica habitación con un ataúd en medio de la sala, adentro está un viejo Monokuma. Cuenta con una chimenea y un pentagrama invertido debajo de la afombra.
Lo que oculta la rendija del calabazo, son unas escaleras verticales que llevan hasta un pasillo muy abandonado. Este pasillo lleva a un cementerio, lleno de lápidas que contienen los nombres de quienes murieron permanentemente en toda la historia del Juego de Matanza.
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